Saber retirarse a tiempo
En el teatro del mundo, uno se examina todos los días y siempre se le juzga por lo último que hace. Poco cuentan los éxitos cosechados por abundantes y magníficos que hayan resultado. Por eso, como dijo Tony Blair al despedirse del 10 de Downing Street, todo gobernante acaba indefectiblemente mal por muchas victorias electorales que atesore y éxitos de gestión esmalten su lucida biografía. Ello entraña una enorme injusticia. Sin duda. Pero obliga cuando se desempeñan puestos de alta responsabilidad y de obligada ejemplaridad.
A este respecto, pocas cosas tan peliagudas como percatarse de cual es el momento de decir adiós, salvo insinuárselo al que está en la cúspide del poder.… Seguir leyendo »