Sánchez: tres cartas y un comodín
Desde su cobijo estival de Doñana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, goza de días de vino y rosas. Hace dos meses merodeaba como alma en pena extramuros del Palacio de la Carrera de San Jerónimo y ahora se enseñorea en el banco azul, sin mudar su doble circunstancia de ser el jefe del Ejecutivo con un grupo parlamentario más decrecido y el aspirante socialista menos votado por los españoles desde la restauración democrática. Toda una singularidad merecedora de investigación y análisis.
Hecho a vivir de carambola, ha llegado de rebote, tras darle sucesivamente por desahuciado, a todos sus desempeños. Por dos veces fue diputado de ocasión, merced a otras tantas dimisiones de Pedro Solbes y de Cristina Narbona.… Seguir leyendo »