
Un Rey en su sitio
En el Cantar del Mío Cid, el gran poema épico del Medievo español, Don Rodrigo Díaz de Vivar le advierte a Alfonso VI con nobleza castellana: "Muchos males han venido / por los reyes que se ausentan". Aquella osadía le acarreó al Campeador burgalés por parte del soberano al que había servido con lealtad férrea -"Cosas tenedes el Cid / que farán hablar las piedras"- la enorme desdicha de su destierro bajo el apercibimiento de que todo aquél que le auxiliara camino de su éxodo perdería sus campos sembrados de sal.
Como la verdad engendra odio ("Veritas odium parit"), el proscrito batallador corrió similar suerte que aquel otro cortesano que, tras abandonar el Salón del Trono, salió escopeteado urgiendo que le ensillaran el corcel más veloz de las caballerizas palatinas.… Seguir leyendo »