Andalucía trae cola
Si hace siglos que dejó de ser noticia la progresiva inclinación del campanario de la catedral de Pisa, aunque ello no merme la curiosidad, otro tanto sucede medido en lustros el incorregible fracaso escolar andaluz. Así lo ratifica cada informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, cuyo acrónimo PISA coincide a la sazón con el nombre de la ciudad toscana y que, en cada entrega, relega a la enseñanza andaluza al último vagón. A años luz de la quimera finlandesa que Chaves proyectó cuando viajó en 2002 al país que encabeza la excelencia educativa, al igual que su antecesor Borbolla se marcó el paradigma californiano.… Seguir leyendo »