El precio de un Gobierno, la rendición del Estado
Durante la II República, poco tiempo antes de que estallara el golpe de 1934, José Ortega y Gasset participó en el debate parlamentario sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Para el filósofo, el problema catalán era un problema irresoluble que solamente podía conllevarse porque nacía de un sentimiento propio de los nacionalismos -"y esto es lo lamentable de los nacionalismos"-, que se encarga de elaborar "concretísimas fórmulas políticas: las que a ellos, a un grupo exaltado, les parecen mejores". Esto pudo haberse cambiado con la aprobación de la Constitución de 1978; ese conllevar, podría haberse convertido en un convivir. Pero, la inquina de unos y la destartalada política de otros, lo ha impedido.… Seguir leyendo »