Auschwitz en Madrid
En un vagón como el de la imagen empezó el fin de la vida de millones de nuestros hermanos. No hay palabras, yo al menos no las encuentro, para describir el horror y el dolor sufrido por millones de hijos, padres, hermanos, abuelos, novios o esposas. No hay palabras que hagan justicia a esa sensación de desvalimiento y vulnerabilidad ante la persecución creciente y criminal del nazismo hacia aquellos a los que consideraba "infrahumanos" (untermenschen).
La Shoah (Holocausto) no comenzó tan brutalmente. Fue cocinada a fuego lento. Primero se envenenó el alma alemana, especialmente la de sus niños (en alguna de las fotos se ve el juego de mesa Juden Raus!… Seguir leyendo »