La alegría de ser una mujer de setenta y tantos años
Cuando les conté a mis amigas que estaba escribiendo un libro sobre mujeres viejas como nosotras, de inmediato se quejaron y exclamaron: “No estoy vieja”. Lo que querían decir es que no se comportan ni se sienten como los estereotipos culturales de las mujeres de su edad. Ser vieja es equivalente a ser mandona, inútil, infeliz y un estorbo. La percepción que se tiene en Estados Unidos de las mujeres mayores es tan tóxica que casi ninguna, sin importar su edad, admitirá que es vieja.
En Estados Unidos, la discriminación por edad es más preocupante para las mujeres que envejecer. Nuestros cuerpos y nuestra sexualidad se menosprecian, nos denigran con chistes de suegras y nos volvemos invisibles en los medios.… Seguir leyendo »