Corren tiempos oscuros para el periodismo mexicano
Nos metieron dentro de un auto y nos obligaron a cubrirnos la cabeza con abrigos. De repente todo era oscuro. Por una rendija entre la ropa solo veía una luz roja: el láser del arma recorriendo nuestros cuerpos.
Éramos tres periodistas en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos. Trabajábamos en una zona peligrosa pero sin ánimo de arriesgarnos cuando, en segundos, había un grupo de hombres armados rodeándonos. Nos secuestraron. Así es la vida si eres periodista en México: trabajamos y vivimos en peligro.
Ocurrió a finales de noviembre, mientras documentábamos el éxodo de miles de personas que huían y huyen de manera desesperada desde Centroamérica.… Seguir leyendo »