De los pobres y los pijos
La cartografía política en España tiene algo de espejo distorsionado. Dos variables impiden cualquier paralelismo urgente con los siempre invocados "países de nuestro entorno": ETA y el secesionismo catalán. Dos variables relacionadas como ha confirmado Otegi al anunciar que va de la mano con ERC. La singularidad se amplifica cuando se combina con nuestra avería más singular: partidos autocalificados de izquierdas encuentran razonable la compañía de partidos que apelan a la identidad para justificar desigualdades, esto es, doblemente reaccionarios. Una anomalía moral y un enigma político difícil de justificar incluso para los más desquiciados departamentos de Ciencia Política. Explicar este último trastorno no resulta sencillo.… Seguir leyendo »