La conversación que nos debemos
"Se entiende por campaña electoral (...) el conjunto de actividades lícitas llevadas a cabo por los candidatos (...) en orden a la captación de sufragios.".
Tras esa aséptica definición de campaña que expresa nuestra ley electoral (art. 50.4 de la Loreg), se echa en falta un consejo: y por favor, que sea en voz baja, será mejor. Porque ruido, casi sólo ruido, es lo que nos ofrece esta campaña electoral. Un ruido que viene ya de demasiado tiempo atrás, como si una sala se hubiera ido llenando primero de murmullos, luego de voces, y por fin de una algarabía insoportable. Nadie evitó ese crescendo del ruido cuando se pudo evitar, luego ya fue irrefrenable.… Seguir leyendo »