Elecciones, ¡otra vez!
Introito: cuando aparezca este artículo, la realidad puede haber convertido este escrito en un nostálgico alegato. Pero lo mantengo íntegramente para dejar clara mi opinión, para que nadie dude en el futuro de que me esforcé para que no sucediera y para distinguirme de todos aquellos que prefieren la peor opción con tal de ver ratificada su opinión.
En los periodos de crisis política, las palabras pierden su valor. En esos tiempos turbulentos, la devaluación de las palabras es acompañada de una inflación de gestos y gritos. La falta de confianza ante lo que dicen los políticos se compensa con declaraciones extremas y políticas radicales, consiguiendo crear más alarma y hacer mayor el desprestigio.… Seguir leyendo »