Gran ciencia, pequeña ciencia
Octubre nos ha obsequiado, como cada año, con la concesión de los Nobel –que se entregarán en diciembre–, una fiesta para la Ciencia, con mayúsculas. Y es que, a menudo, premian grandes descubrimientos que suponen un cambio de paradigma o invenciones que revolucionan el mundo de la tecnología o del conocimiento. De hecho, durante las últimas décadas la ciencia parece dominada por grandes proyectos que, a menudo, son de alcance internacional o incluso mundial.
Así, cuando el Nobel de Física honró en 2011 a Perlmutter, Schmidt y Riess por el descubrimiento de la expansión acelerada del universo, venía a reconocer la labor de dos grandes equipos internacionales independientes: el Supernovae Cosmology Project y el High Redshift Supernova Project, colaboraciones en las que participaban varias docenas de investigadores que habían utilizado los mayores telescopios del mundo, tanto en tierra como en el espacio, para observar supernovas extraordinariamente violentas que, con esos potentes instrumentos, pueden llegar a verse aunque las explosiones sucedan a distancias lejanísimas.… Seguir leyendo »