Por un Gobierno de emergencia nacional
Vista la irresponsabilidad con la que el Gobierno se ha conducido con la epidemia del coronavirus hasta que el lunes por la tarde le vio las orejas al lobo y entró en pánico al atisbar que tomaba las dimensiones de Italia, tras no escarmentar en cabeza ajena, nada tendría de extraño que, cuando la víspera de la manifestación feminista del domingo 8 de Marzo, notificaran al ministro de Sanidad lo que se venía encima, Salvador Illa adoptara la displicencia de aquel terrateniente que, al ser informado por su aperador del incendio desatado ese domingo en una posesión suya, le respondió en tercera persona: «¡Hay que ver el disgusto tan grande que se va a llevar el señor marqués cuando vuelva el lunes a casa!».… Seguir leyendo »