No es el Covid-19, es la libertad
Cuando en 1807, valiéndose del tratado de Fontainebleau entre la Francia napoleónica y la España de Carlos IV, el ejército galo cruzó los Pirineos con destino a Portugal para rematar el bloqueo continental a Inglaterra, hubo quienes desconfiaron sobre los propósitos del aliado. Entre ellos, el eximio barcelonés Antonio de Capmany, luego diputado en las Cortes de Cádiz. Frente a los amigos que no atisbaban motivo para sus suspicacias, él se limitaba a comentar: «Vivan ustedes en paz con sus creencias, mientras yo vivo con mis temores». Al divisar huestes francas acampadas a las afueras de Madrid, les espetó: «Si este ejército viene en paz a una nación amiga, ¿a qué son tantos aparatos?».… Seguir leyendo »