Europa en su laberinto
El verano del 2012 fue muy duro para los que estábamos en el Gobierno porque la zona euro estaba haciendo aguas por todas partes. Por fortuna, en julio, Mario Draghi, el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), anunció su voluntad –whatever it takes– de intervenir en el mercado secundario de la deuda pública para salvar la moneda común. Para que no se le acusase de atribuirse competencias no expresamente cedidas por los países miembros (artículo 4 del Tratado de la Unión Europea) estableció dos salvaguardias importantes: el BCE no podría comprar más de un tercio de cada emisión y los bancos nacionales, que son los que compran por cuenta de aquel, no podrían comprar por encima de su clave de capital.… Seguir leyendo »