La verdad y la justicia
Cuando a principios de abril –tres semanas después de paralizarse la actividad judicial, excepción hecha de aquellas diligencias que tuvieran carácter urgente– observé que una de las principales actuaciones que se estaban llevando a cabo en los juzgados de Castilla y León era la referente a la atención a los servicios del Registro Civil y, muy especialmente, la recepción de las certificaciones médicas de fallecimiento y la correlativa expedición de licencias o autorizaciones de enterramiento, me sorprendí sobremanera. Los datos oficiales con los que nos obsequiaban los «expertos sanitarios» no invitaban a ser tan alarmistas. Y, sin embargo, desde los Juzgados se nos transmitía la necesidad de aumentar los efectivos por la ingente labor que estaban desarrollando.… Seguir leyendo »