Al coronavirus y el VIH los iguala el abandono político de sus contagiados
Lo primero que escuchamos sobre el COVID-19 fue la búsqueda de un culpable. De una sopa, de un murciélago, de un país. Antes de tomar conciencia de la magnitud del tema, de la prevención y los riesgos cercanos, apareció el odio y la necesidad de responsabilizar a alguien. La estructura no es nueva: cuando aparece un virus, se señala de inmediato a un responsable que no sea el hombre blanco y heteronormado.
Mi cuerpo VIH positivo tiene una historia que excede mi edad y mi tiempo de diagnosticado. Cuando vi lo que pasaba con el COVID-19 no tardé en pensar que, en cierto punto, podía llegar a ser similar a lo que pasó en los comienzos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).… Seguir leyendo »