Casado y la boa de Pedro Sánchez
Como miembro de los servicios secretos británicos hasta que el éxito de su tercera novela –El espía que surgió del frío– le permitió vivir de la literatura, la principal experiencia que extrajo John Le Carré fue que nada, absolutamente nada, era lo que parecía. Todos tenían una segunda intención, cuando no una tercera. Así, por boca de uno de sus personajes, el escritor estableció un sistema para discernir lo que se debía a la casualidad de aquello otro que era fruto de la causalidad. Una coincidencia –explicaba– puede ser casual, dos fundamentan la sospecha de que es causal y tres certifican ese barrunto.… Seguir leyendo »