Dorian Gray, en La Moncloa
Al cabo de este primer año de Gobierno de cohabitación socialcomunista, si Sánchez se hizo el cálculo –lo que está por ver, visto lo visto– de que sería pasajero el insomnio que se autodiagnosticó si metía en su Consejo de Ministros a ese extraño compañero de cama apellidado Iglesias Turrión, aviado iba tanto él como unos españoles que, involuntarios partícipes de la pesadilla en su mayoría, se ven arrastrados a un proceso de demolición constitucional y de desintegración de España de la que se ufanan tanto su copresidente y líder de Podemos como sus aliados secesionistas de ERC y bilduetarras de Bildu, mancomunados en ese afán.… Seguir leyendo »