
Hasta los cojones
La política ha llegado a tal nivel de histrionismo que la frase de un señor de Barcelona en 1873 acaba explicando un sainete tragicómico perpetrado en Murcia en 2021. Quién le iba a decir a don Estanislao Figueras que su exabrupto de testiculina iba a definir, siglo y medio después, el declive moral del país que presidió. La inestabilidad institucional, la incertidumbre en la gestión y el barullo tribal es ahora igual que entonces, no así la altura política y retórica de sus representantes. Cuando Castelar se levantó poco después para decir aquello de «señorías, voy a hablar de ideas democráticas, si es que desean oírlas», en realidad enmarcaba el duro y proceloso devenir de una nación acostumbrada a odiarse mientras se mira en el espejo.… Seguir leyendo »