Una lección victoriana
La almendra central de Londres ha sido al mismo tiempo salón ceremonial del Imperio, colmena del alto funcionariado del país, arco del triunfo de mil batallas y cenotafio de los caídos en tantas otras. Por la parte de Kensington y Hyde Park –de tanto regusto victoriano–, lo difícil, sin embargo, es no pensar que el urbanismo se puso al servicio de una historia de amor. Las iniciales de Victoria y de Alberto se entrelazan en los Jardines Italianos, regalo en mármol de Carrara de un príncipe que también fue jardinero. La propia reina Victoria se iba a encargar de que el Hall de las Artes y las Ciencias, bautizo mediante, se convirtiera en el homenaje a su marido del Royal Albert Hall.… Seguir leyendo »