
Juegos de guerra híbrida en Ceuta y Melilla
«Nuestra diplomacia con Marruecos debe ser muy fina», tuiteaba Javier Solana, el político con más experiencia internacional de la España democrática, el martes a primera hora, sobre la llegada a Ceuta de unas 8.000 personas, en su mayoría marroquíes, a nado.
Se hacía eco, con esas palabras, del manca finezza con que Giulio Andreotti describió la política española al comienzo de la Transición.
Un breve repaso de los antecedentes, las causas y la respuesta inicial de las autoridades españolas a la nueva crisis con Marruecos indica que España necesita mucho más que finezza –astucia o habilidad, flexibilidad y estrategia– para superar el nuevo desafío de nuestro principal vecino y socio del Sur.… Seguir leyendo »