Afganistán, ¡Yallah, yallah!
¡Yallah, yallah! viene a ser algo así como «Vamos que nos vamos». Nos fuimos y ellos no se movieron un centímetro; siguen allí. El tiempo es suyo y no lo miden con las prisas de Occidente. Son los dueños y allí los relojes rolex se mueven a su capricho. Les llamamos talibán cuando ellos ni saben lo que eso significa. Poco les importa. Hurgar en su avispero es un peligro que exige analizar las consecuencias. Ahora después de hecho, llegarán. No será de hoy para mañana; tampoco una lucha abierta en los frentes de batalla. Será en el metro, el autobús o en el centro comercial.… Seguir leyendo »