De las hambrunas de Stalin a las recetas de Garzón para comer poco y mal
Cuando el comunismo se mezcla con la comida, los estómagos tiemblan y gruñen. Hay una memoria histórica de cartillas de racionamiento, de infinitas colas ante ultramarinos vacíos y, cómo no, de las grandes hambrunas de Stalin y Mao.
Por mucho que se empeñen los nostálgicos marxistas, el comunismo nunca aparece en el imaginario universal relacionado con el buen comer, ni con el comer siquiera. Y el fantasma rojo todavía pulula, ahora con renovado brío.
Así, aquella fotografía del ministro Alberto Garzón cocinando en su casa con camiseta de la RDA ya debió ponernos en guardia.
En efecto, el político comunista ha patrocinado un librito de recetas con motivaciones, digamos, alimenticias.… Seguir leyendo »