Sánchez no tiene reforma
En la más grandiosa de sus novelas hasta ocupar un puesto cimero en la Literatura española -Fortunata y Jacinta, ambientada en el Madrid que media entre la caída de la I República y la Restauración borbónica-, Benito Pérez Galdós pone en boca del personaje de Evaristo Feijoo, coronel retirado y alter ego del autor canario, un mirífico consejo destinado a su protegida Fortunata: «Niña, falta a los principios si es menester, pero guarda siempre la santidad de las formas». Lástima que una mujer metida en lecturas como la presidenta de las Cortes, Meritxell Batet, no se atenga, en su alta función como tercera autoridad del Estado, a la admonición de quien, a juicio de Azorín, supo captar «el ambiente espiritual de las cosas» y contribuyó a la conciencia nacional de unos españoles a los que hizo vivir España.… Seguir leyendo »