Una ciudadanía sin patria
Amado Granell fue el segundo en el mando de La 9, la compañía que entró en París el 24 de agosto de 1944 luciendo en sus carros blindados los nombres dramáticos de Guernica, Madrid, Brunete, Guadalajara, Ebro... y el melancólico de España cañí. Cuando De Gaulle le impuso la Legión de Honor, lo tentó con los galones de comandante del ejército francés... si abandonaba su nacionalidad. Granell le respondió que no podía dejar de ser español porque "aunque amaba a Francia como una novia, amaba a España como una madre". Dos años después, en 1946, hizo de intermediario entre Largo Caballero y Juan de Borbón para facilitar la instauración en España de una monarquía democrática.… Seguir leyendo »