Putin no está loco
Como no hay día sin que se anuncie el descubrimiento de un sesgo nuevo, por contribuir, se me ocurre uno para el cual incluso ya tengo nombre: el sesgo unga unga. Describiría la disposición psicológica a solo aceptar explicaciones simples o, lo que viene a ser lo mismo, a desconfiar de cualquier matización. Fíjense si lo tengo trabajado que, además, he desarrollado su complemento o, más bien, una implicación pragmática, que, por el momento, sería exagerado calificar como teoría, aunque todo es ponerse. La podríamos llamar "prietas las filas". En lo esencial, se trata de estigmatizar a quienes maticen o, en otra perspectiva, la inclinación a empaquetar a los cautelosos en el lote de lo que se califica con cierta gracia como "siperoísmo".… Seguir leyendo »