
La banalización de la corrupción
La sede del PSOE en Jaén se encuentra en un delicado edificio modernista con fachada asalmonada decorada con grafismos art decó y coloridas vidrieras de motivos florales. Durante décadas, fue un núcleo de poder desde el que Gaspar Zarrías aseguraba el control clientelar del interior rural de Andalucía, auténtico bastión sin fisuras del régimen socialista, inalcanzable para sus adversarios políticos. Un día de enero de 1999, alguien arrojó una botella de plástico llena de gasolina contra la puerta y provocó un pequeño incendio. Sobre la pared, una pintada: "PSOE = traidores de los trabajadores de Molina. Fachas". Cárnicas Molina era la principal industria de la ciudad, había llegado a ser uno de los mayores productores de embutidos del país y se encontraba en una profunda crisis.… Seguir leyendo »