Parece que no aprendemos
Ya lo decía el otro: la historia de España es un cuento muy triste, porque siempre acaba mal. Y tenía razón. Siempre acaba mal porque siempre empieza demasiado bien y nos confiamos. Muy listos, desde luego, no somos. Oscilamos entre un pesimismo negro, tremendamente crítico con nosotros mismos, y un triunfalismo ramplón y simplista que a algunos les reconforta, pero que no dice mucho de nuestro cociente intelectual colectivo. Una cosa es rebatir las calumnias de la leyenda negra y otra muy distinta pretender que la nuestra es una historia panglosiana, la mejor de las historias posibles.
Hoy parecemos abocados a uno de esos finales desastrosos a los que nos arrastra ese optimismo ingenuo, con tonos de triunfalismo, que se apodera de nosotros casi siempre que vivimos un cambio de régimen político.… Seguir leyendo »