Sexo, consentimiento y prueba
Mantener relaciones sexuales sin o contra la voluntad de la otra parte es un delito. Y lo es desde tiempo inmemorial, sea cual sea el nombre que se le haya dado a esa conducta tipificada. El consentimiento, y se ha repetido y se tendrá que repetir hasta la saciedad, estaba «en el centro», como se acostumbra a decir con jerga pretenciosa. Para entenderlo mejor: en el delito de lesiones -salvo excepciones- el consentimiento ni está ni estuvo nunca «en el centro», porque la voluntad de la víctima de que le causen una lesión no es eximente de la responsabilidad penal del agresor.… Seguir leyendo »