
¿Qué significa estar preparado para morir?
Hace nueve años, casi al final de mi residencia, me senté frente a un paciente, preguntándome si este había aceptado que se estaba muriendo. Tenía unos 60 años, era un artista de brazos fuertes y ojos serenos, alguien a quien había llegado a conocer bien en los últimos tres años. El cáncer se había propagado a su hígado y médula ósea, quitándole el hambre y la energía.
Cada vez que lo veía, se le hundían más las mejillas. Quería decirle que se estaba muriendo, que quería entender cómo contemplaba vivir el tiempo que le quedaba. Pero él hablaba sobre todo de sus planes: unas vacaciones para acampar dentro de seis meses, seguidas de la boda de un amigo.… Seguir leyendo »