Hechos libres, opiniones sagradas, ¿o era al revés?
La democracia es un régimen de opinión, de ahí que la libertad de expresión e información, la pluralidad de los medios de comunicación y el debate público formen parte del fundamento cultural de un sistema de organización pacífica de convivencia entre ciudadanos y de control de los poderes públicos.
Si la desinformación, las fake news, las narrativas fraudulentas y la manipulación de la memoria son factores de preocupación sobre el estado y el futuro de la democracia, es precisamente porque la contaminación del debate público a través de estas estrategias resulta tan dañina como, muchas veces, difícilmente perceptible.
El principio según el cual los hechos son sagrados y las opiniones libres es una precaución higiénica que tiene que luchar contra la polarización y la creación arbitraria de una realidad alternativa, los alternative facts.… Seguir leyendo »