
¿Quién quiere una legislatura normal?
Estos días, en España, se ponen en marcha dos legislaturas de forma paralela: la excepcional y la normal. La primera ya la conocemos. Es la legislatura de la bronca infinita, de las multitudinarias manifestaciones, de las minoritarias protestas violentas, de la agresividad -desde las tribunas del Congreso, del Senado y desde la sala de prensa de la Moncloa-, de las exageraciones, de los insultos en la esfera pública, de la apelación a fuerzas extraparlamentarias para que nos salven desde los juzgados, los cuarteles o en el corazón de Europa. En definitiva, la legislatura de las emociones negativas, que son las que movilizan de forma más efectiva a ese conjunto menguante de ciudadanos que aún presta atención a la política.… Seguir leyendo »