
Jueces en Berlín
Disculpen si resulta cansino recordar el abecé del Estado democrático y de Derecho, basado en que todos los ciudadanos somos decisores, libres e iguales. Unos, que son elegidos por todos, hacen las leyes, y las hacen iguales para todos. Otros, los jueces, que procuramos que sean sabios e independientes, aplican esas leyes y lo han de hacer también igualitariamente: sin separarse de ellas y sin distingos en función de las personas a las que se aplican, sean Agamenón o su porquero. Si el juez se pasa, si actúa arbitrariamente (al margen de la ley) o parcialmente (por simpatía o antipatía con las partes del conflicto que tiene que resolver, o velando por intereses propios), hemos diseñado recursos para que reconsidere su decisión o para que esta sea revisada por otros jueces de rango superior.… Seguir leyendo »