Primer éxito del PP en la España del Muro
En principio, alcanzar cuatro mayorías absolutas consecutivas en un sistema democrático y verdaderamente competitivo supone una proeza para cualquier partido. Lograr una quinta, y encima con un candidato distinto del que logró las anteriores, es poco menos que un milagro. Por algún motivo, esto se perdió pronto de vista en la conversación nacional sobre las elecciones gallegas. Incluso llegaron a invertirse las expectativas: la quinta mayoría absoluta consecutiva del Partido Popular en Galicia fue tratada como algo que ese partido solo podía malograr, no como algo que debiera conquistar. En cambio, la posibilidad de que se produjera una alternancia nada menos que 15 años después, y tras la marcha del dirigente que había presidido esa comunidad durante 13 de ellos, era tratada como algo extraordinario: si se producía, sería un golpe histórico, y si no, no pasaba gran cosa.… Seguir leyendo »