
Begoña Gómez y la gente corriente
Durante el espectáculo de agit-prop victimista en el que quedó convertida su comparecencia judicial, Begoña Gómez accedió, todo el mundo pudo verlo, a los juzgados de la Plaza de Castilla a través del garaje para que no pudiera fotografiársela ni tuviese que soportar ningún incidente que pusiera en riesgo su seguridad personal. Se trata este de un privilegio autorizado por la decana, bastante insólito aunque razonablemente fundamentado en su proyección pública: en su caso no es otra que la que se desprende de su condición de esposa del presidente del Gobierno. Y, efectivamente, es así: ella no es como la gente corriente y a la vista está que ni de hecho pretende serlo.… Seguir leyendo »