Venturas y desventuras de 'La Pichona'
El demoledor informe de la Uco conocido anteayer no deja ya lugar a dudas: cuando ese farsante, o Ese el Farsante, presidente del Gobierno, se enclaustró cinco días en La Moncloa, no fue como don Quijote en las espesas fragas de Sierra Morena para hacer penitencia por Dulcinea, como dijo, sino para parapetarse detrás de su mujer, usándola cobardemente de escudo humano. No le preocupaban en absoluto los indicios de corrupción de ella, probablemente, más feos que consecuentes, sino que llegaran a conocerse los suyos propios, alarmantes y gravísimos.
Y qué quieren que les diga, no ha podido uno hoy por menos que compadecer a esa mujer.… Seguir leyendo »