Trump o populismo contra populismo
Bien. Trump es un populista. Resulta obvio. Pero, si queremos entender lo que ha sucedido en las presidenciales norteamericanas para que 76 millones de votantes hayan apostado por esa opción llamativamente chirriante, no nos sirve el esquema de progres moderados contra populistas radicales de derechas, porque el Partido Demócrata encarna también otra modalidad de populismo que, si para alguien pasa por moderado, es por lo estratosférico, y que no ha encandilado a una sociedad fuertemente azotada por una inflación que se ha sumado a los efectos del globalismo. Esta otra perspectiva nos obliga a ver las elecciones del 5 de noviembre en otra clave: la de un americano medio que ha visto bajar su poder adquisitivo mientras unas pudientes clases progresistas se entregaban a causas peregrinas como la cultura de la cancelación, el wokismo, el feminismo radical del #MeToo, el fanatismo del cambio climático y todas las banderas de la ultracorrección política.… Seguir leyendo »