Del casino de pueblo al casino global
La mayor parte de nuestros amigos escritores y poetas no tienen carné de conducir. Tampoco están en Twitter. Lo primero no les ha impedido a algunos de ellos haber viajado más que la mayoría de los mortales que cogen a diario el coche para ir a trabajar. En cuanto a lo segundo: pese a no saber qué son las redes sociales esos amigos no solo no están menos informados que la mayoría de sus usuarios, sino que a menudo son quienes alimentan las redes con sus opiniones y escritos.
Al que se le ocurrió el invento es un genio. Poner a trabajar gratis, en beneficio propio, a millones de personas de todo el mundo es prodigioso.… Seguir leyendo »