Tras los pasos de Carlos III
La Casa Real ha presentado el viaje de Estado de los Reyes a Roma y Nápoles como un instrumento para reforzar la tradicional relación de amistad entre España e Italia. La visita oficial, que responde a la invitación del presidente de la República, Sergio Mattarella, fortalece la buena sintonía entre la clase dirigente de los dos países que ya se vio en la entrega que Felipe VI hizo a Mario Draghi del premio Carlos V en el Monasterio de Yuste. La lección es que, a pesar de tener gobiernos de signo opuesto, los jefes de Estado ayudan a que ni España ni Italia sacrifiquen intereses comunes en el altar de la ideología.… Seguir leyendo »