Jéssica y el naufragio de la ética pública
Pedro Sánchez llamó el domingo pasado «colaboracionista nazi» a Alberto Núñez Feijóo y pareció excesivo incluso para él. Quizá sobresaliese más el exabrupto al producirse el mismo día que las elecciones en Alemania, donde está previsto, como de costumbre, que los dos partidos representativos de la centralidad social compartan el Gobierno aplicándole un cordón sanitario a sus respectivos extremos. Esa demonización del adversario político que practica Sánchez -no es no- tiene como objetivo superar el escrúpulo que hasta su llegada provocaban los pactos con los independentistas y la extrema izquierda.
Al día siguiente lo comprobamos: en otro tiempo habría sido impensable que el PSOE se atreviera a presentar -en realidad, lo hizo Oriol Junqueras, para que nadie dude de quién recibe el privilegio- un acuerdo tan descaradamente arbitrario y contrario a los principios de igualdad y buen gobierno como el de la superquita de la deuda, sin duda anticipo de la financiación singular para Cataluña.… Seguir leyendo »