
Sacamuelas
Pobre Miguel de Cervantes. Cuánto debió de penar a cuenta de los dientes. Cuando se autorretrata en el prólogo de las Novelas ejemplares, nos dice que su boca es «pequeña», con «dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y esos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia unos con otros». Quiso incluso compartir ese infortunio con don Quijote, quien, tras la pedrea de los pastores y ganaderos, le pide a Sancho que le meta el dedo en la boca para ver «cuántas muelas y dientes me faltan, que me parece que no me ha quedado ninguno».… Seguir leyendo »