Buscador avanzado

Durante toda mi vida adulta me he identificado como progresista. Ser progresista significaba, para mí, creer en el empoderamiento. En 2002, cuando cofundé una organización ambientalista para defender las energías renovables, el símbolo que escogimos para representarnos fue Rosie, la remachadora, la imagen de una trabajadora industrial de la Segunda Guerra Mundial que presume de bíceps sobre las palabras “¡Podemos hacerlo!”. Cuando Barack Obama arrancó su campaña presidencial en 2008, pareció seguir la misma línea con su eslogan ¡Yes, We Can! (“¡Sí, podemos!”).

Pero hoy, la respuesta que envían los progresistas a la mayor parte de los problemas cotidianos es “no, no puedes”.…  Seguir leyendo »

Jacob Chansley, más conocido como el chamán de QAnon, durante el asalto al Capitolio de EE UU, el pasado 6 de enero.Win McNamee / Getty Images

Igual que las novelitas pornográficas copiadas a máquina que circulaban de mano en mano con grave sigilo entre los adolescentes en mi pueblo, los adultos se pasaban entre ellos en la barbería, con no menos avidez, un folleto en cuya portada figuraba un judío barbado a cuyas espaldas brillaba, con fulgores luciferinos, una estrella de David.

Los Protocolos de los sabios de Sión. Este panfleto, de pobres pero convincentes invenciones, exponía la trama de una conspiración tejida para sojuzgar al mundo. Nadie, ni en un lugar tan alejado de los centros de poder como Masatepe, ni en ningún otro de la tierra, escaparía a los tentáculos viscosos del dominio judío mundial; y si hasta el magnate Henry Ford, quien pagó de su abundante bolsillo la impresión de ediciones enteras del folleto en Estados Unidos, creía en esa fábula urdida con habilidad pueril, cómo no iba a convencer a un ebanista de mi pueblo, o a un criador de gallos de pelea de los que se congregaban en la barbería.…  Seguir leyendo »

La candidata demócrata a la Vicepresidencia de los Estados Unidos de América afirmaba hace unas semanas en una entrevista con Stephen Colbert, de la CBS, que las protestas en Estados Unidos, esas acciones que derivan en revueltas violentas con saqueos y actos de pillaje tal y como estamos viendo con detalle por otros canales de información que no son los siempre sesgados y tendenciosos medios de comunicación europeos, no van a cesar y que no deben cesar, ni antes de las elecciones de noviembre ni después de las mismas (Sic).

La gravedad de estas afirmaciones, que pretenden trasladar a las calles aquello que no se consigue en las urnas, debería ser suficiente para que el displicente Trump obtenga una holgada victoria el próximo noviembre, o cuando se celebren las elecciones presidenciales, pero también deberían poner fin a la carrera política e institucional, en cualquier cargo, de la señora Harris, aunque temo que nada sucederá porque con la agitación deliberadamente instigada en nuestro tiempo ya se ha normalizado cualquier aberración.…  Seguir leyendo »

El socialismo estadounidense

El socialismo, agotado y carente de imaginación en Europa, encuentra una nueva e inesperada juventud en Estados Unidos. ¿Es que no nos vamos a librar nunca de esta ideología? Y como todo lo que ocurre en Estados Unidos tarde o temprano termina llegando a Europa, debemos observar de cerca esta resurrección estadounidense. Una nueva generación, casi siempre mujeres jóvenes elegidas para el Congreso el pasado mes de noviembre, no duda en denominarse socialista, lo que en Estados Unidos es una aberración histórica, porque el socialismo nunca ha sido estadounidense. El único político contemporáneo conocido que apela al socialismo es Bernie Sanders, un candidato desafortunado en las elecciones presidenciales; popular, desde luego, por pintoresco, pero marginal.…  Seguir leyendo »

Simpatizantes del presidente estadounidense, Donald Trump, durante un discurso suyo en una cena del Partido Republicano en Ohio, el 25 de agosto Credit Gabriella Demczuk para The New York Times

Poco después de la caída del Muro de Berlín, un amigo mío experto en relaciones internacionales hizo una broma: “Ahora que Europa del Este está libre de la ideología extranjera del comunismo, puede regresar a su verdadero camino histórico: el fascismo”. Incluso en esa época, era una broma perspicaz.

Ahora, en 2018, cuesta trabajo verla como una broma. Lo que Freedom House califica como iliberalismo está en ascenso en toda Europa del Este. Esto incluye a Polonia y a Hungría; ambos aún son miembros de la Unión Europea, aunque en esos países la democracia como normalmente la conocemos ya está muerta.…  Seguir leyendo »

Copias de literatura con tonos supremacistas blancos con con rocas como pisapapeles durante el Congreso Mundial de Naciones Arias, en 2003 Credit Jerome A. Pollos/Getty Images

Mientras veía los debates presidenciales televisados en Estados Unidos de 2016 y escuchaba al entonces candidato Donald Trump discutir varios temas con Hillary Clinton, sentí un escalofrío en toda mi columna vertebral.

Estaba escribiendo una nueva obra, una parodia humorística de la ficción supremacista blanca. Y Trump, con sus ataques hiperbólicos contra los inmigrantes y las minorías —los estadounidenses negros “que viven en un infierno”, las “pandillas de latinos que vagan por las calles” y las insinuaciones de que una larga lista de filántropos y políticos judíos estaba conspirando en su contra— sonaba como un personaje directamente salido de mi investigación.…  Seguir leyendo »

La promesse de la vie sans fin

Zoltan Istvan place sa paume contre la serrure électronique de sa vieille maison en bois de Mill Valley, à quelques minutes de San Francisco. L’implant qu’il s’est fait poser entre le pouce et l’index, il y a maintenant deux ans, lui évite d’avoir à porter une clé quand il va surfer et, surtout, permet d’impressionner les habitants du quartier quand son épouse utilise un simple code à quatre chiffres. Dans le salon traîne, au milieu des décorations de Noël et de jouets pour enfants, un robot poussiéreux, «déjà désuet», qui attend d’être mis à jour et rechargé pour faire la conversation ou enseigner le karaté.…  Seguir leyendo »

El racismo es un ingrediente atípico en la historia del populismo, pero hoy en Estados Unidos el populismo es claramente racista. Por esta razón, el trumpismo es una novedad radical. Su relación y carácter analógico con un pasado fascista que muchos pensaban superado es claramente preocupante.

Populismo y racismo no son lo mismo e incluso durante la mayor parte de su historia, el populismo justamente se distinguió por su rechazo a la violencia política y la práctica racista. El caso del fascismo es diferente pues el racismo ha sido una condición constitutiva de todo régimen fascista. ¿Hace esta característica racista al gobierno de Trump?…  Seguir leyendo »

Alors que l’on évacuait les derniers traumatisés, je me dirigeais vers les Ramblas, la fameuse promenade de Barcelone où, une fois de plus, un nouveau «soldat de l’Etat islamique» venait de lancer son véhicule sur la foule. A peine quelques minutes plus tôt, la nièce de ma femme devait rejoindre des amis et je l’avais déposée à peu près au point d’origine de l’attentat, près de la place de Catalogne. Une fois encore le déjà-vu, l’effroi, comme lors du massacre du Bataclan en 2015 à Paris, tout à côté de là où ma fille habitait à l’époque. Plus loin au sud, sur le bord de mer, une voiture transportant cinq kamikazes issus du même groupe, armés de couteaux, a fauché une femme avant que la police ne les tue.…  Seguir leyendo »

Cuando hace más de una década, el reconocido lingüista George Lakoff nos sorprendía con su librito “No pienses en un elefante”, centrado en el lenguaje político de los conservadores norteamericanos, en general nos lo tomamos a beneficio de inventario, como el ensayo ingenioso que era, un ejercicio intelectual novedoso y atractivo pero claramente alejado de la realidad para los ojos de los progresistas, beatíficamente confiados en que la verdad nos hará libres, y en la ingenua presunción de que si contamos a los ciudadanos los hechos sin engaños, como seres racionales que son, sacarán las conclusiones acertadas y votarán en consecuencia.…  Seguir leyendo »

El presidente Donald Trump se ha convertido en un problema para quienes conciben la política en términos de ideologías sistemáticas. Trump se muestra reacio o es incapaz de establecer su agenda de esa manera. Así que ha sido inevitable que sus oponentes invoquen a su principal estratega, Stephen Bannon, quien sí tiene el don de pensar sistemáticamente. No solo lo necesitan para que sea el blanco de su odio, sino también como heurística. Puede que jamás haya un “trumpismo” y, a menos que surja uno, el punto más cercano al que podríamos llegar para entender esta administración sería acuñar una expresión como “bannonismo”.…  Seguir leyendo »

Nous ne comprendrons l’élection de Donald Trump que si nous la considérons dans le contexte d’une rupture croissante, aux Etats-Unis, entre l’élite libérale et les gens du cru et ordinaires. La même rupture est apparue en Europe. On peut observer ses effets en Grande-Bretagne, dans le vote pour le Brexit, et en France, dans l’effondrement de l’establishment politique et l’ascension progressive de Marine Le Pen. C’est une rupture que les médias ne font qu’exacerber. Aux mains de gens instruits et cosmopolites, pour une très large part, les médias n’ont pas de sympathie, dans l’ensemble, pour ceux qui paient le coût réel des politiques libérales – ceux qui « perdent leur pays » face à des forces mondiales qui dépendent de la protection d’Etats centralisés.…  Seguir leyendo »

Aux Etats-Unis après l’élection de Trump, la question qui venait aux lèvres de mes amis était toujours la même : «A qui le tour ? Croyez-vous que Le Pen remportera les élections françaises ?» Les scénarios faisaient alterner une sorte de théorie des dominos et un principe de contagion, sur fond de ruine des politiques redistributives, laminées par le néolibéralisme. Le Brexit apparaissait comme un signal avant-coureur. L’échec de Renzi et le renoncement de Hollande faisaient écho à la défaite de Clinton. La question de savoir si Merkel «tiendrait» en face de son extrême droite faisait figure de variable stratégique. Or, je découvre que les mêmes questions agitent l’opinion et la presse européennes.…  Seguir leyendo »

Il y a peu de temps Robert Kagan, un intellectuel conservateur américain, croyait pouvoir affirmer dans le Washington Post que le fascisme était de retour aux Etats-Unis avec l’audience croissante du candidat Donald Trump, de son discours de haine, dépourvu de véritable contenu idéologique, de son mépris des valeurs démocratiques, de ses postures imprévisibles et de son machisme, du soutien qu’il apporte aux passions incontrôlables des masses.

Je crois qu’il a raison. Certes, les militants de Trump ne défilent pas au pas cadencé et en uniforme dans les rues des villes américaines. Ils s’abstiennent de lever le bras pour saluer leur chef politique; ils n’organisent pas encore des expéditions punitives contre leurs contradicteurs.…  Seguir leyendo »

Neocons like the historian Robert Kagan may be connecting with Hillary Clinton to try to regain influence in foreign policy. Credit Left, Stephanie Sinclair/VII via Corbis; right, Colin McPherson/Corbis.

After nearly a decade in the political wilderness, the neoconservative movement is back, using the turmoil in Iraq and Ukraine to claim that it is President Obama, not the movement’s interventionist foreign policy that dominated early George W. Bush-era Washington, that bears responsibility for the current round of global crises.

Even as they castigate Mr. Obama, the neocons may be preparing a more brazen feat: aligning themselves with Hillary Rodham Clinton and her nascent presidential campaign, in a bid to return to the driver’s seat of American foreign policy.

To be sure, the careers and reputations of the older generation of neocons — Paul D.…  Seguir leyendo »

Depuis qu’Alice a pris le thé, au Pays des merveilles, avec le Lièvre de mars, il n’y a jamais eu autant de confusion dans la tanière de la politique américaine que celle provoquée par le Tea Party, qui fourmille de Chapeliers fous.

Le Tea Party a pris forme durant l’hiver 2009 en réponse au plan de sauvetage du système bancaire américain, qui a autorisé le gouvernement à accorder des milliards aux banques.

Le nom du mouvement n’a pas été emprunté à Lewis Carroll, mais à la révolution américaine: en 1773, les membres du Boston Tea Party, composé d’opposants aux taxes et droits de douane imposés par la Grande-Bretagne, s’étaient déguisés en Indiens et avaient déversé des ballots de thé dans le port.…  Seguir leyendo »

Como al Tea Party se le han encimado toda clase de grupos y organizaciones extremistas, desde fanáticos antiabortistas y antigays hasta integristas religiosos que quieren desterrar a Darwin y a la teoría de la evolución de los planes de estudio en las escuelas y reemplazarlos por el creacionismo bíblico, pasando por sectas pintorescas como los enemigos de la masturbación y de las mezclas raciales, y patrioteros de tricornio, bombachas y tambor, se ha difundido la idea, sobre todo fuera de Estados Unidos, de que la democracia norteamericana podría venirse abajo en las elecciones de parlamentarios y gobernadores de noviembre y caer en manos de ultraderechistas y locos furiosos.…  Seguir leyendo »

Qué escaso respiro nos ha concedido la derecha americana. Al alivio causado por la derrota de los neocons le ha sucedido, sin darnos tiempo a coger aire, el auge de un movimiento como el Tea Party, tan pintoresco que no sabemos si tomarlo en serio o no. Se atavían con camisetas anti-Obama, se tocan con sombreros coloniales, remedando a los amotinados de 1773 contra los impuestos de la corona británica y se cuelgan al cuello cadenetas de flores con los colores patrios. Su puesta en escena roza lo bufonesco y, como rasgo de carácter, destaca su predisposición biliosa: todos están enfadados siempre con todo, Washington, el Estado, Obama, los impuestos, los rescates bancarios, la promiscuidad sexual.…  Seguir leyendo »

Depuis quelques mois, le mouvement du Tea Party, né aux Etats-Unis, défraie la chronique. Les élections législatives imminentes ont mis en vedette ce rassemblement s’affichant comme le dernier représentant d’un conservatisme authentique: va-t-il troubler le traditionnel conflit entre démocrates et républicains? Va-t-il insuffler aux seconds nommés un nouvel élan idéologique? Ou au contraire risque-t-il, paradoxalement, de sauver la majorité démocrate en accentuant les divisions du parti qui lui est malgré tout le plus proche?

Ces questions sont sans doute décisives pour l’avenir de la présidence Obama mais, après tout, les Etats-Unis sont coutumiers des mouvements hostiles au gouvernement central, réfractaires à l’impôt et adeptes d’une liberté individuelle intégrale.…  Seguir leyendo »

Paul Krugman tiene dos virtudes: claridad y habilidad para interrelacionar política y economía, dando a aquélla -cuando procede- el carácter de factor determinante de una situación. Así lo demuestra en Después de Bush, libro de 2007 en el que plantea una cuestión referida a Estados Unidos: si es la desigualdad económica la que lleva a la radicalización política, o es la radicalización política la que trae consigo la desigualdad económica. Parte de una doble constatación: de que, en la década de 1980, concluyó la evolución -iniciada con el New Deal- que convirtió a Estados Unidos en un país de clases medias, en el que las diferencias entre los dos principales partidos no eran grandes; y de que, desde entonces, han aumentado las desigualdades sociales, pues, mientras una minoría medraba, la mayoría de los estadounidenses progresaba poco, al mismo tiempo que crecía la polarización, en la medida en que los políticos adoptaban posiciones cada vez más extremas a lo largo del eje derecha-izquierda.…  Seguir leyendo »