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«Mientras la verdad se pone las botas», según un giro inglés, «las mentiras dan media vuelta al mundo». Las mentiras circulan cada vez más, debido en parte a ese monstruo incorregible que es internet, pero sobre todo porque nos gustan. La verdad es ingrata, costosa y poco rentable. Las mentiras confirman los mitos que nos sostienen y pagan las emociones que solemos invertir en versiones delusivas del pasado.

En mi vocación de historiador, procuro contar la verdad, sin grandes expectativas de prevalecer. Pero me desespero cuando los centinelas del pasado –mis colegas en universidades y museos– apoyan los mitos y repiten las mentiras.…  Seguir leyendo »

La historia tras las guerras históricas estadounidenses

Henry James supuestamente dijo alguna vez: «escarba en Europa y encontrarás historia; escarba en Estados Unidos y encontrarás geografía». Esta ausencia de un sentido compartido de historia en Estados Unidos queda muy patente hoy en las protestas por la injusticia racial profundamente arraigada y los debates sobre la eliminación de los monumentos y nombres confederados que honran a líderes políticos racistas.

Comparada con otras, la historia compartida de los estadounidenses es muy breve. Los motivos de quienes colonizaron Norteamérica —y después inmigraron a ella— fueron diversos: religiosos, políticos o económicos, pero en casi todos los casos... estaban huyendo de su pasado.…  Seguir leyendo »

Vivimos tiempos extraños en los que cualquier disparate tiene cabida si sabe disfrazarse de «buena causa», como lo es la lucha contra el racismo. Pero no es aceptable la violencia iconoclasta que ha suscitado en muchas ciudades del mundo y especialmente de los Estados Unidos, cuna de nuestras modernas democracias. El derribo de monumentos dedicados a Colón, Fray Junípero, Hernando de Soto o Ponce de León no solo es una afrenta a nuestra historia compartida sino también una muestra de analfabetismo disfrazado de «santa ira». España y los Estados Unidos hemos conformado casi de forma sucesiva la historia del mundo moderno.…  Seguir leyendo »

Desde que el pasado 25 de mayo George Floyd, un ciudadano negro norteamericano de 47 años de edad, murió en Mineápolis víctima de un nuevo caso de brutalidad policial, se han sucedido protestas y manifestaciones en EEUU y en muchos lugares del mundo para denunciar la situación de discriminación y violencia que sufre la población negra. Estas protestas han derivado en ocasiones en una furia iconoclasta indiscriminada contra estatuas y monumentos de personajes históricos vinculados al esclavismo o al racismo. Una violencia simbólica que también ha afectado a estatuas que representaban la herencia histórica y cultural española en EEUU.

Así, una ola de revisionismo simplificador y dogmático, fruto de la ignorancia o de agendas ideológicas ocultas, ha propiciado ataques contra símbolos que encarnan y reflejan distintos momentos de la historia.…  Seguir leyendo »

Los disturbios que ha desatado en Mineápolis el asesinato de George Floyd, el 25 de mayo, a manos de un oficial de policía blanco, han desembocado en un debate general sobre el racismo, sus manifestaciones y sus orígenes en todo Estados Unidos, y de rebote, en Europa. En Estados Unidos, el frenesí por derribar estatuas de generales sudistas se ha extendido a los colonizadores y predicadores españoles, como fray Junípero Serra, un misionero del siglo XVIII dedicado a la evangelización de los indios en lo que es hoy el sur de California; varios de sus frescos y estatuas han sido derribados y desfigurados.…  Seguir leyendo »

Cervantes, ¿bastardo?

En 1956, un hombre arrojó una piedra contra el cuadro de la Mona Lisa de Leonardo en El Louvre. Años después, en 1974, cuando el cuadro viajó a Tokio, una mujer intentó rociarlo con tinta roja. El 22 de mayo de 1972, un hombre atacó con un martillo el conjunto escultórico de La pietà de Miguel Ángel en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. «Si me matan, mejor, porque así iré directamente al paraíso», dijo el perturbado cuando fue arrestado, después de infligir varios destrozos en la cara de la Virgen. Y así podríamos seguir haciendo un recorrido por el vandalismo de obras de arte a lo largo y ancho del mundo.…  Seguir leyendo »

Desde hace algunos años asistimos, como casi siempre pasivos, a una campaña contra diversos personajes españoles que representan la presencia y legado de nuestro país en América de Norte. Esta campaña se ha intensificado en los últimos tiempos.

Por supuesto nada sucede por casualidad ni obedece a una sola causa. Todo parte supuestamente del movimiento indigenista, que hábilmente manipulado, ha dirigido sus ataques principalmente contra personajes españoles en lugar de apuntar a los actores de otras nacionalidades, los verdaderos culpables.

Hasta aquí operaría la estrategia del trilero que trata de desviar la atención: miras al vaso que no está la bolita mientras ésta ya oculta bajo otro o en la mano del farsante.…  Seguir leyendo »

Ahora que se encuentra sometida a un proceso de destrucción salvaje la herencia de España en Estados Unidos, conviene pasar revista a lo que la nación americana sería sin ella, bastando para ello con el rastreo de sus vestigios.

El primero, y acaso el menos importante, la toponimia. Estados Unidos se halla plagado de nombres españoles, y los exhiben estados como Florida, California, Texas, Arizona o Colorado, así como ciudades como San Francisco, Los Ángeles, San Diego o San Antonio, además del incontable número de pueblos, calles y plazas que lucen nombres españoles, como Cabo Cañaveral.

Es significativa la relación de monumentos, fuertes, iglesias y misiones españolas que jalonan el territorio de los Estados Unidos, como el formidable castillo de San Marcos en San Agustín, o la admirable cadena de misiones de California, así como los cascos históricos de las ciudades fundadas por España, como Santa Fe o Albuquerque, todas ellas de diseño y arquitectura españoles.…  Seguir leyendo »

El 30 de noviembre de 1782 se reunieron en París representantes del Reino Unido y de sus hasta entonces trece colonias norteamericanas para acordar los preliminares de lo que habría de ser el tratado de paz que casi un año después, el 3 de septiembre de 1783, reconocería la independencia de las Colonias Unidas y pondría fin así a una cruenta guerra iniciada en 1775 y que había concluido de hecho en 1781 tras la derrota británica en el sitio de Yorktown.

Francia apoyó pronto a los colonos rebeldes y España envió armas y pertrechos, recordando la cercana Guerra de los Siete Años, que había finalizado en 1763 con la victoria británica y el fin de la presencia francesa en América del Norte, y en la que España, que se incorporó al final, perdió la Florida mientras los ingleses apuntalaban su presencia en Menorca.…  Seguir leyendo »

Se llama el barrio francés quartier français o french quarter en el inglés que ya predomina en esta ciudad-. Pero en cada esquina del casco antiguo, en las fachadas estucadas de las casa decimonónicas, bajo balcones de hierro, hay azulejos delicadamente pintados del escudo real española, con un medallón de tres pequeñas flores de lis, indicando en castellano el nombre que llevaba la calle relevante entre 1762 y 1803. Entonces la ciudad -según rezan los textos pintados- «era la capital de la provincia española de Luisiana». Lo que hoy es Royal Street se llamaba calle Real. «Iberville Street» solía ser calle de la Aduana.…  Seguir leyendo »