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I often hear elite-level American intellectual types — pundits and academics and futurists and so on — express great optimism about Canada’s potential. The country is framed as a glimmer of hope in a bleak world, a dynamic, modern, urbane, democratic, multicultural, open-minded success story, free of the toxic nationalism and populist authoritarianism steering the rest of the planet into a ditch.

The great blind spot of such optimistic analysis has always been Quebec — a province housing 8.7 million of Canada’s 38.7 million citizens, and a place preoccupied with pursuing policies at odds with every flattering Canadian stereotype. On virtually any metric one might correlate with a promising, modern society — a hospitable business climate, an up-to-date education system, open and inviting communities, robust protection of individual liberties, a moderate and rational political class — Canada’s second-largest province marches unapologetically in the opposite direction.…  Seguir leyendo »

If Quebec Premier François Legault was head of a country rather than Canada’s second-largest province, he’d surely be regarded as one of the world’s nastiest right-wing populist leaders. Since his election in 2018, he has cut immigration by 20 percent in the span of a year, imposed prohibitions on Muslim headscarves and Sikh turbans, and presided over petty crackdowns on the public use of minority languages. And now, he wants to add text to the Canadian constitution declaring that Quebec, a diverse, multicultural democracy, should be primarily understood as housing the “nation” of the French Canadian Québécois people: “Les Québécoises et les Québécois forment une nation (form a nation)” as the French version of the bill puts it.…  Seguir leyendo »

Tema

¿La experiencia canadiense ofrece lecciones que favorecen más a la causa federalista o unionista que a la independentista?

Resumen

A menudo, la experiencia canadiense es presentada como el referente internacional a la hora de abordar conflictos identitarios en el seno de un estado democrático. Sin embargo, es frecuente encontrar visiones idealizadas de dicha experiencia, ya sea en clave federalista o nacionalista, que tienden a magnificar ciertos elementos, olvidando algunos de los claroscuros que esta presenta. Dado que España no ha sido inmune a esta tendencia, en este análisis se pretende explorar algunos de los elementos de la experiencia canadiense que pueden ser de interés para modelos como el español, pues sus lecciones podrían ayudar a desarrollar políticas a través de las que conseguir un correcto acomodo de las diferentes sensibilidades territoriales, reduciendo el apoyo a la secesión y evitando la quiebra del sistema constitucional.…  Seguir leyendo »

Quebec

EL 20 de mayo de 1980, René Levesque, fundador y líder del Partido Quebequés, celebró un referéndum sobre el futuro de la «Belle Province». El entonces primer ministro de Canadá, el carismático Pierre Trudeau (nacido en Montreal), no concedió demasiada importancia a tal iniciativa. Sabía que no iba a prosperar. Y no se equivocó. El «Sí» perdió ante el «No» por casi veinte puntos, Levesque sufrió un descalabro, los canadienses volvieron a lo suyo y el tema de la independencia pareció estar desactivado. No era así. Los intelectuales quebequeses siguieron trabajando activamente, aportando una ancha panoplia de argumentos –unos verdaderos, otros falsos– que suministraron combustible para la causa sagrada.…  Seguir leyendo »

Cataluña sigue preparándose para su eventual referéndum y la Generalitat está realizando numerosos estudios sobre diversos aspectos relacionados con la viabilidad de una Cataluña independiente. También sería útil que los políticos pudieran, al mismo tiempo, ponderar las consecuencias de una derrota en el referéndum. El caso de Quebec ofrece valiosas enseñanzas en este sentido.

El Gobierno de Quebec ha celebrado dos referendos para obtener la soberanía: uno en 1980 y otro en 1995. En sendas ocasiones, la población de Quebec rechazó la propuesta. Ambos plebiscitos fueron democráticos y alimentados por animados debates públicos que implicaron a todos los partidos políticos, tanto de ámbito “provincial” (léase regional o autonómico) como de ámbito federal (léase general).…  Seguir leyendo »

Es bien sabido que el nacionalismo catalán se inspira en el quebequense. Hoy este último es un valor político bastante alicaído, pero en 1980, cuando la opción “soberanista” fue claramente derrotada, y en 1995, cuando la diferencia entre el y el no fue mínima, los referéndos dividieron profunda y hasta traumáticamente a la sociedad canadiense, a la quebequense y a los francófonos. En YouTube están las imágenes del entonces primer ministro y líder del Partido Quebequense (PQ), René Levésque, reconociendo la derrota en 1980 ante una audiencia desolada, entre la que madres y padres jóvenes abrazan a sus hijos pequeños como si quisieran salvarlos, y ya no pudieran, de un naufragio histórico: otra derrota y otra humillación.…  Seguir leyendo »

Los resultados de las elecciones del 26 de marzo en Quebec marcan un antes y un después en la vida política de esa provincia de Canadá, poniendo fin al modelo bipartito que conformaban el soberanista y socialdemócrata Partido Québécois y el federalista Partido Liberal (PLQ). La conservadora y autonomista Acción Democrática de Quebec (ADQ), liderada por el carismático Mario Dumont, aparece como la auténtica triunfadora del proceso electoral. Supera al PQ y se queda a muy pocos escaños de un PLQ que, a pesar de un notable retroceso en el número de votos obtenidos, consigue renovar la victoria de 2003.

En sus implicaciones para nuestro país, que son las que se contemplan en este artículo, las recientes elecciones en Quebec ofrecen algunas novedades de interés.…  Seguir leyendo »

Aunque formalmente se trate de unas elecciones regionales, asunto interno de la Federación Canadiense, es bien sabido que su invocación ha sido poderosa en este lado del Atlántico, y más concretamente en España y en Catalunya. Los resultados confirman de sobra que estamos ante un cambio espectacular; las cifras no engañan. Pero también vale la pena analizar si, además de su espectacularidad, el cambio en el Quebec es coyuntural (podría serlo) o, por el contrario, se sitúa en una trayectoria histórica que no puede ser ignorada.

Como es bien sabido, un partido gana, otro gana y pierde, y otro se descalabra, y ello tiene consecuencias inmediatas en el sistema de partidos y, por lo tanto, en la lógica parlamentaria y de gobierno.…  Seguir leyendo »

Canadá vivió hace unas semanas un animado debate en torno al reconocimiento de Quebec como nación, provocado por Michael Ignatieff en el seno de la contienda por el liderazgo del Partido Liberal. Finalmente, fue derrotado por el padre de la política de la claridad, el ex ministro Stéphane Dion. Con su propuesta, Ignatieff pretendía garantizarse el apoyo de los compromisarios de Quebec y abrir la vía a una recuperación del voto liberal en la Belle Province, condición indispensable, según muchos analistas, para que los liberales puedan recuperar el Gobierno federal. El Bloque québécois -marca electoral del soberanismo en las elecciones federales- no desaprovechó la oportunidad: inmediatamente presentó una pregunta parlamentaria, requiriendo la opinión del primer ministro Stephen Harper sobre esta cuestión y la transformó en una moción en la que se proponía el reconocimiento de Quebec como nación.…  Seguir leyendo »

Stephen Carter, the prime minister of Canada, stunned the country last month when he proposed a resolution recognizing that the seven million “Québécois form a nation within a united Canada.” Anyone who has traveled to Montreal or Quebec City will recognize that Mr. Harper was merely stating the obvious, at least where the term “nation” is concerned. But for Canadians, Mr. Harper’s words reopened a long, tortured debate over national identity, and recast it in stronger terms than ever.

The background to his declaration is, of course, Quebec’s secessionist movement — strong enough to have monopolized Canadian politics for the last 50 years, but not quite strong enough to actually win a referendum on independence.…  Seguir leyendo »

En su comparecencia ante la Cámara de los Comunes el pasado 23 de noviembre, el primer ministro de Canadá, el conservador Stephen Harper, explicó el sentido de la moción en la que proponía reconocer que los quebequeses «forman una nación en el seno de un Canadá unido», moción que fue aprobada este lunes con 266 votos a favor y apenas 16 en contra. La propuesta no sólo contó con el apoyo inmediato de liberales y socialdemócratas -e incluso con el asentimiento posterior de los independentistas del Bloc Québécois- sino que consiguió resolver a su favor las contradicciones internas del principal grupo de oposición.…  Seguir leyendo »