Para qué sirve protestar
La historia es así: el gobierno anuncia otro aumento en la tarifa del transporte público, así que unos cuantos brasileños toman las calles, marchan unos kilómetros y después la policía decide que ya fue suficiente. Acto seguido, hay una especie de exhibición pirotécnica, con gas y explosiones. Todos se van a casa; algunos después de una corta estancia en la estación local de policía, otros más con unos moretones de recuerdo.
Unos días después, hay otra manifestación. Y luego otra más. La historia se repite unas cuantas veces hasta que todos están cansados, satanizados o suficientemente intimidados. Las tarifas siguen siendo indignantes y subirán de nuevo el año próximo.… Seguir leyendo »