Buscador avanzado

Nota: la búsqueda puede tardar más de 30 segundos.

Espectadores, ya no más

En marzo de 1964, el New York Times informó que 38 testigos vieron u oyeron un ataque brutal, interminable y finalmente fatal a una mujer llamada Kitty Genovese, y que nadie hizo nada para ayudarla, ni siquiera llamar a la policía. Luego se demostró que el informe era erróneo, pero el “efecto espectador” es real. Como han demostrado muchos experimentos psicológicos, es menos probable que un individuo salga en ayuda de otro si ve que otra gente que podría ayudar no lo hace.

El mes pasado, a mitad del día en una calle muy transitada de la ciudad italiana de Civitanova Marche, Alika Ogorchukwu, un vendedor callejero nigeriano, fue atacado y asesinado por un hombre con sus propias manos.…  Seguir leyendo »

Ahora que quienes querían acabar con la casta la han multiplicado, ahora que Pablo Iglesias e Irene Montero se han convertido en nuevos ricos en su dacha de Galapagar (vicepresidente y ministra, más de 150.000 euros al año entre los dos), me gustaría reflexionar sobre por qué está mal visto el dinero.

Joan Manuel Serrat, de familia proletaria, con las primeras pesetas que ganó le compró a sus padres un piso soleado para poder sacarles de su casa, “oscura y lúgubre”. Sin embargo, lo que realmente sucedió fue que, según le contaba un Serrat treintañero a Soler Serrano, “al mismo tiempo que te estás desarraigando tú de lo que es tu verdad, la verdad, estás desarraigando a tu gente de lo que es la verdad y, con el paso del tiempo, sí, tienen su casa maravillosa, cómoda, plácida, pero han perdido cantidad de cosas atrás, que son su vida, sus raíces; si no, ¿qué sentido tiene que mi madre y mi padre agarren cada día el coche y se vayan a comprar al mercado de mi calle?”.…  Seguir leyendo »

Hace más de 40 años, en un ensayo titulado «Hambre, opulencia y moralidad», invité a los lectores a imaginar que caminan junto a un estanque poco profundo cuando ven a un niño pequeño que ha caído en él y parece estar ahogándose. Podrían rescatarlo fácilmente, pero arruinarían sus nuevos y caros zapatos. ¿Estaría mal ignorar al niño y seguir caminando?

Cuando pido al público que responda esa pregunta levantando la mano, suele haber unanimidad en que estaría mal priorizar los zapatos. Luego les señalo que donando a una organización de beneficencia que protege a los niños de los países en desarrollo contra la malaria, la diarrea, el sarampión o la malnutrición, todos podemos salvar la vida de un niño.…  Seguir leyendo »