Buscador avanzado

Hoy, los debates sobre cuestiones públicas se desarrollan en las redes sociales, la gente recibe sus noticias a través de plataformas digitales y los políticos promueven sus políticas utilizando estos mismos medios. Internet es nuestra nueva plaza pública.

En la plaza pública de antes, los periodistas y los editores se desempeñaban como guardavallas y actuaban como árbitros. Los agregadores de noticias humanos marcaban la agenda y les ofrecían a las audiencias información creíble y una diversidad de opiniones. Confiábamos en ellos por el profesionalismo y la integridad de sus procesos editoriales.

En la nueva esfera pública, este modelo de periodismo –y el papel del periodismo a la hora de sustentar la democracia- se ha vuelto obsoleto.…  Seguir leyendo »

Alors qu’en France les autorités veulent régler le problème des « fake news » par une loi dont le projet a été publié le 21 mars, un groupe d’experts de haut niveau mis en place par la Commission européenne préconise de ne pas légiférer, selon le rapport sur les « fausses informations et la désinformation » qu’il a remis le 12 mars à la commissaire européenne chargée du numérique, ­Mariya Gabriel.

Qui a raison, qui a tort ? Interroger notre cerveau primaire sur notre attirance pour les « fake news », leur lecture et leur diffusion, aiderait à répondre à la question.…  Seguir leyendo »

Periodismo imprescindible

En el último tercio del siglo pasado, hasta la irrupción de la revolución digital en los años noventa, se extendió la convicción de que un periodismo ético era indispensable para construir sociedades democráticas y pluralistas, sociedades abiertas. En principio, el periodismo, como cualquier actividad profesional, debía tratar de alcanzar unas metas que le legitimaban socialmente y para lograrlo debía recurrir a los instrumentos adecuados. La gran pregunta era entonces, como en el caso de las demás profesiones, cuáles eran las metas que daban a la actividad periodística sentido y legitimidad social.

La respuesta no era difícil de encontrar. Consistía, ante todo, en ayudar a aumentar la libertad de las personas, ofreciendo informaciones contrastadas, opiniones razonables e interpretaciones plausibles.…  Seguir leyendo »

Hace unas semanas se produjo una noticia destacable para el futuro de la información. Twitter decidió suspender la cuenta de Roger Stone, uno de los consejeros de Donald Trump. Con una larga trayectoria en el márketing político, Stone se había hartado de censurar a los rivales de Trump, pero la prohibición llegó con una serie de tuits amenazadores contra varios periodistas de la CNN por la información sobre las conexiones del clan Trump con Rusia. No es la primera vez que Twitter cierra cuentas pero con Roger Stone señala un 'trol' a cara descubierta y con gran influencia política.

Aunque la regulación de internet siempre es muy lenta, es importante que se fije pronto algún tipo de control real, en especial sobre los que operan con seudónimos o bajo nombres genéricos.…  Seguir leyendo »

En la era de internet, no hay nada que viaje más deprisa que un tópico lanzado en el momento oportuno. Hoy, ningún discurso está completo si no incluye una referencia a que vivimos en la época de la posverdad. Como si, hasta ayer, hubieran fluido sin cesar de los labios de políticos y periodistas las aguas puras de la verdad. Para no hablar de Joseph Goebbels, Josef Stalin y las grandes mentiras totalitarias diseccionadas por Alexander Solzhenitsyn y George Orwell.

Para calificar el peligro de la nueva situación es más apropiado un adjetivo más modesto: “postfactual”. De hecho, en Alemania acaban de elegir postfaktisch como la palabra del año.…  Seguir leyendo »