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La nave de los locos

Aún con los días corridos desde la tremolina independentista con ocasión de la marcha por los atentados de Barcelona y Cambrils, danzando sobre los cadáveres calientes de la matanza yihadista y montándole un escrache al Rey y a Rajoy, a los que endosarle una masacre con autores indubitados, si bien indultados paladinamente con pancartas impregnadas con consignas orwellianas para que las mentiras parecieran verdaderas y el crimen respetable, es difícil desprenderse de esa sensación de suciedad, de náusea. Daba miedo la manifestación contra el miedo al apagarse la luz de agosto y ensombrecerse la tarde barcelonesa entre tinieblas elegíacas. "Que la cosa anda mal, muy mal", que diría Sartre, era apreciable.…  Seguir leyendo »

Si quienes nos exhortan a no mezclar el proceso secesionista con los salvajes atentados de agosto en Barcelona, lo que nos dicen es que ningún independentista tiene culpa de la tragedia, la afirmación es tan banal como justa. Tampoco cabe imputar a las maniobras desleales de la Generalitat un adarme de culpabilidad. Atentados como este y peores han ocurrido en países centralizados sin tensiones territoriales. Pero si lo que se sostiene es que en el anáflisis editorial no se debe hacer referencia al contexto político en el que se produce el ataque, ni a las posibles interacciones entre el llamado procés y la tragedia, entonces lo que se pide a los periodistas es que no hagan su trabajo y se priven de las claves que permiten entender el modo en que desde la semana pasada se han conducido los distintos agentes políticos.…  Seguir leyendo »

Centenares de miles acudimos el sábado al Paseo de Gracia de Barcelona convocados a un acto unitario, en recuerdo a las víctimas de los atentados yihadistas, y de condena al terrorismo. Algunos ven con escepticismo la eficacia de estas manifestaciones. Yo les encuentro un sentido: la catarsis. La purificación ritual. O, en su acepción biológica, que viene como anillo al dedo, la expulsión de sustancias nocivas al organismo. Creo que el organismo social se purificó en las manifestaciones homólogas de París y de Londres, y que un boicot minuciosamente organizado por los separatistas lo impidió en Barcelona, robando a la mayoría de asistentes el acto simbólico al que tenían derecho.…  Seguir leyendo »

Ni fui ni iré

Mi liberada:

Imagino que de vuelta de la gran manifestación irías rápidamente a ducharte. Ha vuelto el calor a Barcelona con todas sus virtudes locales. Esta humedad, como una cuarta dimensión. Esta densidad, que tan severas consecuencias tiene para el hombre solidario. Pero a ducharte habrás ido, sobre todo, por la promiscuidad y las malas compañías. Habrás tenido que vértelas junto al Rey de España y el presidente del Gobierno, y coreando lemas al unísono (y el lema más profundo, que es el del silencio) con los herederos de Franco. Te compadezco. Deberías haber seguido mi ejemplo, que he pasado la tarde tumbado al sol (fija la vitamina K), dándome agua con un aspersor de bote mientras iban y venían unos aires de Macanita, condiós tristeza.…  Seguir leyendo »

Sorprende que tras el atentado de Barcelona no se hubiera planteado la utilización de la Ley de Seguridad Nacional (LSN) a fin de coordinar las distintas actuaciones encaminadas a dar respuesta no solamente al atentado, sino a la situación que se derivaba de la aparición de una célula terrorista en el corazón de Cataluña con al menos una docena de integrantes.

La LSN nace para situaciones como esta. Parte de que en determinadas ocasiones la respuesta a una situación de riesgo para los derechos de los ciudadanos precisa de una coordinación reforzada entre las distintas Administraciones con competencias en la materia.…  Seguir leyendo »

21 palabras de Puigdemont

Todo cuanto escribí la semana pasada sobre el “espíritu de Dunkerque” es hoy de plena aplicación en relación a la masacre de Barcelona. Y no es porque escriba desde Londres. Recuérdese cómo buena parte de los líderes mundiales han buscado su inspiración en el “no nos rendiremos nunca” de Churchill, tras los atentados contra las Torres Gemelas o los lugares de ocio de París.

La clave del terrorismo es que convierte en víctimas a todos los supervivientes. Máxime cuando no se trata de atentados selectivos sino que cualquiera puede ser mutilado o asesinado por el mero hecho de formar parte de una comunidad.…  Seguir leyendo »