Buscador avanzado

Nota: la búsqueda puede tardar más de 30 segundos.

El próximo domingo se cumplirá lo que estaba previsto; lo que algunos, con ingenuo buenismo, se negaban a creer; lo que los profesionales implicados no han sabido impedir: la última corrida de toros en la Plaza Monumental de Barcelona.
De nada ha servido insistir en que se trata de una fiesta catalana, con raíces mediterráneas, ni recordar la historia taurina de esta ciudad: las plazas, las temporadas, los empresarios, los ídolos de la afición, los escritores y artistas...

Los datos son indiscutibles. Está atestiguada la costumbre de correr toros bravos, en Barcelona, por lo menos desde fines del siglo XIV. Muy pocas ciudades españolas compiten con ella en haber tenido, a la vez, dos hermosas plazas de toros.…  Seguir leyendo »

Hace escasos días en la Cámara alta se discutió una propuesta presentada por el Partido Popular que pretendía blindar las corridas de toros ante cualquier pretensión, sobre todo de raíz autonómica, de prohibirlas. Según las crónicas, algunas intervenciones merecerían figurar en las antologías de la más florida oratoria parlamentaria. Destacó la del señor García Escudero, portavoz del antedicho partido, que, en un desplante, afirmó: «Si yo fuera toro, preferiría mil veces morir después de veinte minutos en una plaza de toros luchando y combatiendo antes que sufrir una larga agonía, como sufren en los correbous». Nada que objetar; cada uno tiene sus preferencias, aunque estas solo puedan convertirse en realidad si previamente se produce una insólita metamorfosis.…  Seguir leyendo »

La decisión adoptada por el Parlamento de Cataluña que supone la prohibición de las corridas de toros en esa comunidad a partir de enero de 2012, ha causado una conmoción dentro y fuera del mundo taurino que no se compadece con la atonía de la fiesta de los toros que, según algunos, se está produciendo en nuestro país.

No parece ser, por tanto, un asunto baladí, y la citada decisión parlamentaria está produciendo innumerables reacciones en toda España que van del estupor a las más encendidas críticas, lo que demuestra que el asunto de los toros tiene, como siempre hemos defendido los taurinos, sentimientos y pasiones ancestrales, muchas veces difíciles de explicar.…  Seguir leyendo »

La reciente resolución del Parlamento de Cataluña que prohíbe las corridas de toros en aquella Comunidad Autónoma a partir de enero de 2012, ha suscitado comentarios de diversa clase. Así, hemos podido leer estos días que «se trata de una victoria de la democracia y de la dignidad sobre la crueldad», o, en un bando opuesto, se nos ha dicho que «es una pataleta contra España debida a motivos políticos ajenos a la defensa de los animales». Y, en una y otra dirección, han sido numerosas las afirmaciones rotundas, radicales.

Personalmente, la opinión que más me ha sorprendido es la de un político (de esos mediocres que abundan ahora en Cataluña), según el cual «ha sido buena la decisión del Parlament porque con ella dejaremos más limpia para nuestros hijos la sociedad».…  Seguir leyendo »

Como era de prever, el Parlament de Catalunya aprobó por ley la prohibición de las corridas de toros: fue una noticia que tuvo amplia repercusión en Catalunya, en España y hasta en el mundo.

Dejando aparte la comprensible amargura y la natural euforia que han mostrado, respectivamente, las minorías de acérrimos partidarios o de intransigentes detractores de los toros, me parece que entre el resto de los ciudadanos, aquella mayoría que no está plenamente ni con unos ni con otros, el acuerdo parlamentario ha dejado, en medio de una gran indiferencia, cierto mal sabor de boca, una sensación de que, en el fondo, lo que se ha cometido es un nuevo atropello a la libertad.…  Seguir leyendo »

Los nacionalistas catalanes -con la inestimable ayuda de los que a sí mismos se llaman socialistas, aunque nunca se queden atrás, bien sea por convicción, bien por puro cálculo cuando de nacionalismo se trata- acaban de prohibir las corridas de toros, expresión no única, aunque sí la más notable y la más universal, de esa amistad dos veces milenaria del hombre español y el toro bravo, como subrayó Ortega y Gasset, que constituye sin duda uno de los signos distintivos más universales de nuestra identidad cultural.

1.- Dicen que lo han hecho por su mayor amor y respeto por los animales, afirmación mentirosa donde las haya, como lo prueba el blindaje que ellos mismos han promovido a los correbous.…  Seguir leyendo »

Ciertos son los toros. Se veía venir. El nacionalismo, convertido en espada —no en torero, en espada—, tenía el insomnio de matar al último toro, antes de que al echarse a dormir se le convirtiera en pesadilla. Ciertos son los toros. Por más que la res se amosquilara, por más que se aspeara las patas huyendo —que no es lo suyo—, la hubieran buscado allí donde fuera, y la hubieran hallado para ese fin, por más avisada que estuviera. No había cacho en el que el toro pudiera sentirse seguro, por más aplomos que lo sostuvieran. Ese chorreado en verdugo con determinados colores —rojigualdo, para qué negarlo, y por nombre «Nacional»— lo tenía sentenciado.…  Seguir leyendo »

El miércoles se consumó, finalmente, la amenaza que pesaba sobre la actividad taurina en Cataluña desde hace unos meses. El Parlament ha decidido instar la prohibición de las corridas de toros en su territorio a partir de enero de 2012. Nada extraño en estos tiempos en esa tierra en la que, al menos en el ámbito político y desde hace algún tiempo ya, reina la cultura de la intolerancia. Una tierra donde algunos partidos ya no abordan los problemas desde el prisma de la necesidad común, sino desde un firme y permanente deseo de imponer la exigencia particular.

Visto como aficionado práctico que soy, me produce una profunda tristeza la imposición que se me hace de un veto en Cataluña para practicar libremente lo que considero que es el espectáculo más singular de toda la Tierra: bailar a muerte con un toro bravo en una plaza.…  Seguir leyendo »

La prohibición de los toros en Cataluña me parece absurda porque va en contra de aquello en lo que fundamentan la abolición: el amor al animal. Si esto lo siguieran los demás lugares donde hay toros, lo que se conseguiría sería lo que no logró Hitler con los judíos: el Holocausto, el Tauricidio total. He aquí la primera contradicción. La segunda es que catalogan la Fiesta de los Toros, la llamada «tortura», desde su posición de hombres recibiendo las puyas, las banderillas y la estocada que recibe el toro. Y el toro es un animal; y sin embargo, no se mueven para prohibir la pesca de los pescadores de caña, que lo que hacen con los peces es mucho peor que lo que se hace con el toro.…  Seguir leyendo »

Antes, cuando me dominaba la euforia y creía que los toros eran inexpugnables, acostumbraba a rematar mis optimismos con esta redondilla: «Esta es la Fiesta española/ que viene de prole en prole/ y ni el Gobierno la abole/ ni habrá nadie que la abola». Pues nos han abolido, en Cataluña nos han abolido, aunque queda aún tela por cortar: trámites burocráticos, recursos legales, nada. El resultado de la votación en el Parlament no ha podido sorprender a nadie. Las fintas de algunos partidos nada podían contra la matemática pura y dura del juego parlamentario. Trece votos de diferencia a favor de la prohibición y nueve abstenciones han dictado sentencia.…  Seguir leyendo »

Quizá lo más importante de la vida sea la muerte. Lo que diferencia al ser humano del resto de la creación es que sabemos que vamos caminando hacia ella.

«Avive el seso y despierte, / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando...». Así canta el poeta español Jorge Manrique y así también cantaba el poeta inglés Andrew Marvell: «But at my back I always hear / Time's wingéd chariot hurrying near». (Pero a mi espalda siempre estoy oyendo / el carro alado del tiempo que se acerca corriendo»).

El ser humano, dada su sensibilidad (su alma, dirían los cristianos) intenta caminar hacia la muerte con la mayor dignidad posible.…  Seguir leyendo »

Toda Europa había sido un hervidero de supersticiones y crueldades; de censuras, quemas de herejes y represiones, y de torturas públicas de animales humanos y no humanos, incluidos el lanzamiento de gatos desde las torres de las iglesias, las peleas de perros y de gallos y de perros contra osos, y los encierros, acuchillamientos y corridas de toros. Frente a tanta sordidez y violencia, la Ilustración trajo a Europa la apertura de las mentes y la suavización de las costumbres. Las tradiciones más sanguinarias fueron abolidas en casi todas partes. Sin embargo, en España apenas hubo Ilustración y Fernando VII cortó de cuajo sus débiles brotes, restaurando la Inquisición y la tauromaquia, entre otros horrores.…  Seguir leyendo »

La prohibición, tristemente, se hizo realidad. El brazo ejecutor ha sido la política, que rechaza la fiesta de los toros por su identidad con España, pero el terreno estaba abonado y en celo desde que en 1965 falleció Pedro Balañá Espinós, uno de los más grandes empresarios taurinos de la historia. Muerto don Pedro, nadie siguió su estela, y, mientras languidecía la afición, ocupaba su terreno la política, que ha minado, sin prisa pero sin pausa, todos los cimientos taurinos de Cataluña hasta alcanzar su objetivo final.

La política ha entrado en tromba por la puerta de cuadrillas, y la libertad ha salido cabizbaja, magullada y herida por la del desolladero.…  Seguir leyendo »

Por supuesto, no es el caso presentar argumentos a favor o en contra de mantener las corridas de toros, como suele decirse: quienes tienen que justificar la insólita medida son los que han decidido prohibirlas parlamentariamente. Hay gente a la que le gustan los toros y otros muchos que no han pisado una plaza en su vida o que sienten repugnancia por la fiesta: es la diversidad de los hijos de Dios. Pero que un Parlamento prohíba una costumbre arraigada, una industria, una forma de vida popular... es algo que necesita una argumentación muy concluyente. La que hemos oído hasta la fecha dista mucho de serlo.…  Seguir leyendo »

Arnold Hauser fue un singular crítico y ensayista de arte, conocido sobre todo por la teoría de relacionar las producciones artísticas con los fenómenos socioeconómicos del momento. De no haber muerto, en el cuarto volumen de su «Historia social de la literatura y el arte» nos habría dado los pormenores y porqués de la prohibición en Cataluña de los toros.

Pero tampoco es preciso el método científico del prestigioso esteta húngaro para aproximar ciertas evidencias.
Haciendo un poco de historia, es fácil reconocer a finales del XIX y principios del XX un crecimiento industrial y económico en Cataluña, que coincide plenamente con la llamada Edad de Oro del Toreo.…  Seguir leyendo »

Hasta ayer mismo, algunos aficionados barceloneses de buena voluntad confiaban en que el tradicional «seny» catalán se impusiera para que la amenaza a la libertad de ir a los toros no se llegara a cumplir. Lamentamos tener que reconocer hoy que se equivocaban.

No es extraño. En todos los ámbitos de la vida, tendemos a negar lo que nos resulta imposible de comprender y difícil de aceptar. Es la vieja táctica del avestruz: mejor engañarnos que desesperarnos. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado?: «No hay que ser catastrofista», «las cosas no están tan mal», «no se ha roto nada...» La realidad indiscutible es que, limitándose a decir eso, no se arregla nada.…  Seguir leyendo »

Pasado ya el tiempo de las argumentaciones a favor y en contra de la tauromaquia, se acerca el momento de la verdad. La hora del indulto o la puntilla a los toros en Catalunya. De la parte antitaurina se ha hablado de maltrato animal, de ablación de clítoris, de racismo, de barbarie y de modernidad; por contra, los defensores de la pervivencia de la corrida hemos apelado a la libertad, denunciado la hipocresía animalista, la utilización de la prohibición como chivo expiatorio y, en fin, hemos apelado al componente ético y ejemplar de la tauromaquia en el marco de nuestra cultura.…  Seguir leyendo »

El debate sobre la fiesta en Catalunya ha entrado en su recta final. Se han cerrado las comparecencias en el Parlament con un argumentario que ha elevado el debate sobre esta tradición más allá de lo que podía esperarse en un principio, dada la gran pasión que despierta. ¡Buen refuerzo para la política como máxima expresión del intercambio de opiniones y de convivencia! Pero que haya debate no garantiza la ausencia de demagogia. Y en algunas de las posiciones que han aparecido, tanto en el Parlament como fuera de él, algo de ella hay en ciertos mitos. Permítanme repasar los más notables.…  Seguir leyendo »

Como era de prever, lo político y lo moral se confunden interesadamente en el debate en curso sobre la posible prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Muchos insisten en ver dicha prohibición como un elemento de diferenciación y distanciamiento de España por parte de Cataluña. Lo cierto es que la obsesión antiespañolista flaco favor hace a la causa antitaurina, al generar la falsa idea de que la dicotomía taurino/antitaurino es idéntica con españolismo/antiespañolismo.

También somos frontalmente opuestos a la barbarie taurina muchos de los que somos españoles y no queremos dejar de serlo. Eso sí, tristemente he de confesar que si algo ha hecho alguna vez que me avergüence de ser español es la existencia de la fiesta taurina.…  Seguir leyendo »

Algo nos está pasando… y no es nada bueno. Andamos enredados estos días en buscar y dar argumentos a favor y en contra de la continuación de las corridas de toros en Cataluña. Al margen de lo bueno o malo que pueda resultar tal ejercicio, me parece francamente incomprensible su solo planteamiento: el obligar a todo un sector -representante de un espectáculo artístico que, además, es el más singular de toda la Tierra- a dar razones para que no sea prohibido. Si alguien debiera dar razones, y graves, para el simple planteamiento de una cuestión así, éstos deberían ser los abolicionistas.…  Seguir leyendo »